miércoles, 9 de febrero de 2011

EEUU: SE REAVIVA EL DEBATE DEL ACCESO A LA SALUD DE LAS PERSONAS INDOCUMENTADAS

 Fuente: noticias.univision.com

El rechazo de un hospital en Texas a operar a una inmigrante porque carecía de papeles migratorios reavivó el debate sobre los derechos de las personas indocumentadas y el acceso al cuidado de la salud.


Según explicó una abogada especialista en estos casos, todos los inmigrantes tienen derecho al acceso de salud en casos de emergencia, más allá de su estado migratorio o de su habilidad para pagar los gasto. Además, tienen derecho a ser considerados para recibir asistencia financiera y no pueden ser dados de alta sin recibir el tratamiento o sin haber sido derivados a otro centro de salud, cosa que no ocurrió en el caso de María Sánchez, la mujer indocumentada que no fue operada de un tumor por carecer de papeles migratorios.
María Sánchez tiene 24 años y hace siete que vive en Estados Unidos, proveniente de su natal Veracruz, en México. Hace unos meses notó que no podía mover su mano derecha, empezó a perder fuerza y comenzó a sentir un ardor generalizado en todo su cuerpo.
‘Fuimos a un hospital, le hicieron un CAT scan y no le encontraron nada’, le dijo a Univision.com Luis Aguillon, su esposo.
‘En los primeros días de enero la llevamos a Clear Lake, nos atendieron y a la mañana siguiente ya sabían lo que tenía después de los estudios. Parecía que tenía un tumor.  Un médico nos dijo que la iba a derivar al hospital de Galveston, donde yo vivo, nos dijo un doctor. Y la derivaron en una ambulancia al hospital University of Texas Medical Branch donde le dijeron que la iban a operar en tres días’, añadió Aguillon en la entrevista telefónica desde Texas.
Dijo que la operación fue postergada y que le dieron un 50% de éxito en la operación. Los estudios confirmaron que se trataba de un tumor del tamaño de una banana, alojado entre las vértebras del cuelo, muy cerca de la cabeza.
Ya estaba todo listo para la operación pero ocurrió lo impensable. ‘Yo estaba haciendo unas diligencias y mi mamá me llamó desesperada diciéndome que le habían dado de alta. Volví al hospital y pedí hablar con la trabajadora social y un traductor’, explicó Aguillon.
‘La trabajadora nos dijo que la gerencia no autorizó la operación porque ella es ilegal –añadió Aguillon. En ningún momento hablaron de seguro, nada. Y les dije cómo la van a votar a la calle, es un ser humano, no somos ningunos animales. Nosotros no podemos pagar una cantidad de dinero grande pero podemos hacer un plan de pago. Y nos dijeron que no y que no, que ya estaba decidido’.
‘Nosotros llorábamos. ¿Que podemos hacer?, le dijimos. Nos dijo que podía hacer una apelación pero no aseguro nada y que en dos semanas me hablaba. Ya pasó un mes y nunca me ha hablado. ¿Dónde puedo ir, a qué hospital podemos ir?, pregunté. Y la trabajadora social me dijo que no nos iban a atender en ningún lado. Y pues, me dijeron, vete para México. Hasta el médico dijo que nos fuéramos a México. Y la trabajadora social nos dijo que la hubieran podido ayudar si estaba embarazada’.
Aguillon se negó a firmar los papeles de alta pero lo tuvo que hacer ya que de esa manera le dieron recetas para los medicamentos.
En los papeles de alta explicaron que tenía un tumor cerebral, que estaba bien y que tenía que ir a su doctor de aquí en una semana y de ahí se tenía que ir a México para que le hagan una cirugía. ‘¡Y no tenemos ninguna cita!’, exclamó Aguillon.
Dejaron el hospital de la Universidad de Texas y deambularon entre varios hospitales para ver dónde la atendían pero no tuvieron suerte. Mientras, el dolor se acrecentaba para María ya que la morfina no le hacía efecto.
Finalmente, fue aceptada en el hospital Ben Taub en Houston, donde está internada desde la semana pasada. Le quitaron un hueso del cuello para poder entrar y realizar la biopsia, que ayer le realizaron. Ahora está en terapia intensiva a la espera de los resultados. Si se trata de un tumor maligno, la someterán a quimioterapia y si es uno benigno, le extirparán el tumor.
Luis Aguillon tiene 36 años, es soldador de profesión y desde hace meses está desempleado. Pudo acceder al Medicaid por estar sin trabajo y hasta obtuvo la Tarjeta Dorada.
¿Cómo se sintió cuando le dijeron que no la podían operar porque no tenía papeles?
Me sentí muy mal, desesperado, me dolió mucho. Aunque ella no tenga papeles, es mi esposa, es un ser humano, tiene algo grave y no pueden botarla a la calle cuando ya estaba en la mesa para operarse. Estoy nervioso pero estoy más tranquilo porque la están tratando.
Los derechos de los indocumentados
Sonal Ambegaokar es abogada especialista en salud pública del National Immigration Law Center con sede en Los Angeles, y habló con Univision.com sobre los derechos de los indocumentados en cuanto al acceso a los cuidados de salud, especialmente aquellos de emergencia, como el de María Sánchez.
‘Todos en Estados Unidos tienen el derecho a recibir tratamiento de emergencia más allá de su estado migratorio y el acceso a la salud pública, por ejemplo, el derecho a recibir una vacuna’, dijo la abogada.
‘El tema es qué información pide el hospital cuando alguien ingresa. Muchos hospitales piden un ID con foto y muchos pacientes confunden esto con la identificación relacionada con Inmigración. Los hospitales no están autorizados a pedir información sobre el estado migratorio de los pacientes cuando están tomando la información. Tampoco deben pedir el número de Seguro Social. Deben tratar a todos, más allá del estado migratorio o de si tienen o no seguro médico. La ley conocida como EMTALA rige esto. No pueden rechazar a nadie solo porque no pueden pagar’.
Otra cosa que agregó la experta en políticas de salud pública y los inmigrantes es que muchos pueden calificar para recibir asistencia económica en caso que no puedan pagar.
‘Todos tienen el derecho a ser evaluados para ver si pueden calificar para asistencia financiera cuando carecen de cobertura. A veces son elegibles para recibir cobertura, por ejemplo si alguien sufre un accidente en el trabajo, puede recibir compensación laboral’, agregó Ambegaokar.
Sobre el caso en cuestión, la abogada resaltó que ‘si la admitieron, tomaron responsabilidades adicionales. No le pueden dar de alta hasta que esté estable. No hay ninguna ley que siguieron, fue su decisión. No hay violación a ninguna ley si la trataban’.
‘Debieron darle de alta de manera correcta. Debieron derivarla a un lugar donde la aceptarían, debieron asegurarse que el lugar donde la derivaran la acepte. No debieron rechazarla porque carecía de estado migratorio o porque no podía pagar’.
‘Debieron ofrecerle asistencia financiera, cosa que creo que no hicieron. Y si la aceptaron, tenían la obligación de tratarla o darle de alta de manera correcta. Todos los inmigrantes tienen esos derechos’, finalizó.

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